13 abr 2009

Si fuera la última noche del mundo, tendrías los elementos suficientes para sonreír; apoyándote sobre la base de cualquier cadalso, emitirías la mueca de una mujer desdentada hasta que tu carcajada crujiera entre la boca de la creación que persiste en la agonía. Si fuera la última noche del mundo, la elevación de tus cálculos melancólicos sacramentales sería el espacio donde te resguardarías de la ajena autoeliminación; te quejarías de cada uno de los instantes que han precedido al final, desembocando en la visión de una ciudad ruinosa y desierta que ahuyentara cualquier resquicio de respiración. Si esta fuera la última noche de los tiempos, te amordazaría la tentación de inmiscuirte en los contornos de quienes recuerdas; sus nombres fulgurarían a través de las esquirlas de lo que alguna vez fuiste. Si fuera la última noche del mundo, sólo si ésta fuera…

Aszeta

No hay comentarios:

Datos personales